07 septiembre 2007

EL CRÍTICO FOTOGRÁFICO (1)

La mayoría de mis amigos son aficionados a la fotografía, por lo que empezamos a tener historias interesantes para hablar del tema. En este primer capítulo del "Crítico fotógrafico", hablo de un detalle del que todavía me rio cuando veo mis fotos antiguas. En una foto, el retratado muchas veces aparece lejísimos, cerca de la puerta de entrada de una iglesia, en una fuente de una plaza, o en las escaleras de un palacio. Lo más lógico hubiera sido sacar a la persona en primer plano, de forma que se vea la persona y el edificio, sin embargo, es cierto que algo tan lógico no se nos pasaba por la cabeza al hacer la foto. Pues nada, mirad de nuevo vuestros antiguos álbunes y comprobareis que hay pequeñas personitas junto a grandes edificios. Nunca más lo haréis así, os lo aseguro. A fotografiar!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí, recuerdo una de tus fotos con tu "parienta" delante de una iglesia enorme pero allá a lo leeeeejooooos. Bueno, que las mías son peores.

J.RUBINES dijo...

Bueno, de todo se aprende, no? Al final esas fotos son graciosísimas. Recuerdo bien esa foto que dices, haciendo el camino de Santiago...