10 septiembre 2007

CONSEJOS PARA UNA VIDA MEJOR (2)

¿Os habéis revolcado en los montones de hojas de otoño? ¿Habéis pataleado en un charco? ¿Todavía hacéis muñecos de nieve? Hay cosas que no deberíamos dejar de hacer nunca: esas cosas divertidas, que hacíamos cuando éramos peques.
El otro día, discutiendo sobre cual era el camino más corto para llagar a un sitio, recordé cuando de jovencitos íbamos corriendo hasta el lugar cada uno por un sitio diferente para tratar de tener razón. Lo mejor, son las risas que te echas cuando descubres que tu compañero también había llegado corriendo. Además, al principio vas andando, luego aligeras el paso, comienzas con una marcha tranquila, y al final acabas a la carrera. Somos animales predecibles. Así que ya sabéis, no perdáis ciertas costumbres.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hombre, este segundo consejo...cualquiera que nos vea revolcandonos en las hojas flipa. Yo creo que no lo he hecho ni de pequeña...Pero aunque ya no podamos hacer lo mismo que cuando eramos pequeños al menos podemos recordarlo. Y eso también es divertido! Recuerdo a uno que se comió una rosa...

J.RUBINES dijo...

Oye, pues revolcarse en las hojas es muy recomendable. Quita el extres...
A veces hacer un poco de niño está bien. Recuerda cuando hicimos el trenecito en la despedida de Sergi y Ros...
Por cierto, yo de pequeño no comía rosas, esa es una cualidad que he desarrollado con la edad, je, je.

Anónimo dijo...

Comer rosas... hablar solo... inventar percusiones con las mesas... silbar hacia dentro... andar dando saltitos... contar chistes malos... Y DESCOJONARSE DE ELLOS!!... jejeje
NO CAMBIES.
A veces nos tomamos la vida demasiado en serio, nos creemos que es un sintoma de la "madurez", cuando realmente se vive de verdad al sonreir, y hacer sonreir a los demas.
Que jamas nos averguencemos de hacer sonreir a los demas.