Las leyendas urbanas referentes a los restaurantes chinos son variadas, muchas veces asquerosas, otras graciosas pero en todo caso abundantes. Dicen que cuando el río suena, agua lleva (o “patada en los cojones”: ver Socratiras del 03/03/2006), sin embargo yo sigo enganchado al rollo de primavera y a los tallarines fritos. Me encantan los restaurantes chinos, sus salsas imposibles, su pan dulce y la música ambiental. Por seis euros te pones fino y tienes tu media hora de exotismo asiático. ¿Se puede pedir algo más?Hace tiempo, en una de esas noches de risa tonta, me amigo Joseba y yo empezamos a desvariar con bromitas acerca de la comida amarilla. Aunque no prometo que se convierta en un clásico, lo cierto es que hay muchas y variadas aventuras en el “Restaurante del chino feliz” (en realidad iba a titularlo “Restaurante el gato feliz”, pero las obviedades eran tan evidentes...). Bueno, disfrutad de las delicias del gigante amarillo, que ya llenan nuestras calles de restaurantes, bazares y personas ambulantes con rosas. 03 abril 2006
RESTAURANTE EL CHINO FELIZ (1)
Las leyendas urbanas referentes a los restaurantes chinos son variadas, muchas veces asquerosas, otras graciosas pero en todo caso abundantes. Dicen que cuando el río suena, agua lleva (o “patada en los cojones”: ver Socratiras del 03/03/2006), sin embargo yo sigo enganchado al rollo de primavera y a los tallarines fritos. Me encantan los restaurantes chinos, sus salsas imposibles, su pan dulce y la música ambiental. Por seis euros te pones fino y tienes tu media hora de exotismo asiático. ¿Se puede pedir algo más?Hace tiempo, en una de esas noches de risa tonta, me amigo Joseba y yo empezamos a desvariar con bromitas acerca de la comida amarilla. Aunque no prometo que se convierta en un clásico, lo cierto es que hay muchas y variadas aventuras en el “Restaurante del chino feliz” (en realidad iba a titularlo “Restaurante el gato feliz”, pero las obviedades eran tan evidentes...). Bueno, disfrutad de las delicias del gigante amarillo, que ya llenan nuestras calles de restaurantes, bazares y personas ambulantes con rosas. 
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6 comentarios:
En caranavales de este año los amigos tuvieron la feliz idea de cenar en un chino antes de salir. Resultado: indigestión del que se suscribe (y eso que comí únicamente arroz y ternera), llegar a casa a la una y media y un viaje a Madrid angustioso, además de naúseas cada vez que recuerdo la comida. Sí, a mi también me encantan los chinos, pero los de los ultramarinos!
Bueno me gustaría compartir mis dos experiencias en un chino, no en el lugar sino la post-cena. Dos veces he comido comida china y las dos veces, nada más terminar, ha sido como sentir en el estomago un bola de estas de herri-kirolak de 250 kg de peso. Así no hay quien se vaya de fiesta, asique tuve que limitarme a ir al WC, soltar la bola, y marchar a casa porque seguía sin encontrarme bien del todo. Debo ser alergico a eso que llaman el sexto sabor que lleva la dichosa salsa agridulce. Nunca más, nunca más.
Hay algunos chinos en Vitoria excelentes: el de la calle PioXII, el de Lakuabizkarra, el de Dendaraba.
También los tenemos infames como el de Los Herrán.
Creo que hay muchos tópicos. Yo he visto a muchos chinos haciendo la compra del restaurante en el Sabeco de turno.
Aprended del usuario anónimo chicos. No entiendo como teneis el estomago tan delicado para los chinos y acepteis tan bien las noches salvajes de alcohol (je, je).
Yo comi en un chino... encontre una chapa en la ternera al "churry" que decia... -"Bobby"´- O_O
al preguntar que que era eso, el chino dijo... "Plemiooo, a tocado plemiooo, otlo plato de telnela al culy"
^_^
Pues yo rompo una lanza en su favor, porque tengo una amiga china que tiene un restaurante y puedo decir que entré en su cocina y estaba de lo más limpia. Aunque también he tenido vecinos chinos que tenían un restaurante y les he visto hacer cada cosa en la terraza de su casa...
Bueno, lo mejor en estos caso en no pensar mucho en lo que se come. Si sabe bien es que está bueno. Y sino, ya se sabe que lo que no mata engorda.
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