11 abril 2006

CSI SOCRATIRAS

Ayer, el periódico anunciaba un magnífico hallazgo de un grupo de paleontólogos españoles. El descubrimiento de unos restos animales de gran importancia, se ha visto de nuevo truncado por un tejemaneje periodístico que por desgracia es bastante común en este tipo de noticias. En ocasiones prima más un enfoque sensacionalista, que la noticia pura y dura, sin olvidar las impresionantes meteduras de pata en términos básicos. Es evidente, que un licenciado en periodismo no tiene que saber que un erizo de mar es un equinodermo y no un molusco (como escuché hace unos días en la televisión), pero supongo que un medio de comunicación tiene que poder verificar sus datos relacionados con ciencia, al igual que lo hacen con los de economía, derecho, cultura o política.
Cualquiera pondría el grito en el cielo, si Grisom verifica como suicidio un caso claro de asesinato en primer grado, y sin embargo, dejamos que un fallo informativo se pase por alto. Así que ahí va un tirón de orejas para nuestra prensa. Lo importante de la noticia no es que un renacuajo muriera violentamente hace seis millones de años, sino que el avance de determinadas técnicas de paleontología pueden establecer las relaciones ecológicas de los ecosistemas del pasado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sólo viendo los programas rosas ya se sabe que muchos periodistas de hoy casi nunca contrastan las informaciones y dan crédito de cualquier cosa, así que no puede extrañarte que en temas más serios ocurra lo mismo.

Aunque también hay que decir que la mayoría de las veces escriben las noticias en cinco minutos, por falta de tiempo, y que muchos no son ni siquiera periodistas. ¿Qué se puede esperar de todo esto? Ninguna profesión es ya como antes...