Yo creo que la presencia de nieve lleva asociado un sentimiento relacionado con la infancia. Todos tenemos un recuerdo positivo de la nieve en nuestra niñez, sentimiento que va cambiando a lo largo del tiempo. Ahora, asociamos la nieve al frío, a la dificultad para desplazarse y a los bares llenos de gente con paraguas.Cuando veo a los chavales jugando con la nieve en el barrio recuerdo las guerras de bolas y los batallones organizados para tiras proyectiles helados a los camiones y autobuses. Yo no solía participar muy a menudo, pero a veces nos toco salir por patas porque a algún listo se le ocurría la brillante idea de poner una piedra dentro de la bolita. El autobusero paraba de repente, se bajaba del bus y todos corriendo como locos. Era realmente divertido. A veces creo que me pondría de nuevo en ese lugar, y titaría unas cuantas bolas, o me iría al monte a lanzarme por las cuestas con un trozo de plástico. ¿Vosotros no?
2 comentarios:
Sí, tb yo tengo un recuerdo muy nítido de las bolas de nieve, las piedras ocultas, los paraguas rotos... sólo que en mi caso la que tenía q salir por patas era yo, y no precisamente por el autobusero, sino para evitar uno de esos bolazos tan gentilmente envíado por los pirados del colegio de enfrente.
Es lo que tienen los colegios femeninos. Por algún motivo seguro que eran la diana perfecta para los chicos del colegio de enfrente. Los tios de pequeños hacemos cosas muy raras para hacernos notar. Besos y muchas gracias, guapa!!
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