FREAKYS

Hace poco descubrí que “freaky” significa literalmente monstruo. Estos monstruitos sociales tienen una imagen estándar, que comparte la mayoría de la gente. El freaky típico es alguien que ha visto la trilogía de Star Wars 87 veces, se gasta un dineral en comics, colecciona muñequitos en sus cajas originales, etc. Esta imagen, que reconozco me identifica en algún sentido, es sólo la punta de un iceberg que la gente sencilla se niega a ver. ¿Un afiliado a un club de fútbol que tiene todos sus productos, camisetas, banderas y geles de baño; viaja hasta Alemania para ver los octavos de final de la copa de nosequé y le cambia el humor cada domingo que su equipo pierde, es un freaky? ¿Uno que se sabe los nombres por orden alfabético de la Patrulla X desde las sagas de los 60 es un freaky, pero saberte la alineación de tu equipo en todos los partidos de Champion de los 90 no lo es? ¿Coleccionar tarjetas de rol es una freakylada, pero conocer 238 tipos de cerveza no? ¿Creer que Spiderman es un superhéroe cojonudo que se desplaza por los rascacielos lanzando telas de araña y que en su vida real es un chico pobretón que hace fotos de si mismo es de freakys, freakys? Algunos y algunas me matarán, pero creer que alguien es capaz de crearse de la nada, crear el universo y tener un hijo que anda por encima del agua, cura heridas y enfermedades (joder, como Lobezno), y resucitar... ¿eso no es de freakys? ¡¡Y lo llaman fe!!
Sinceramente, creo que hay conceptos que necesitan un repaso bestial. ¡¡Aupa monstruos!!, ¡¡A freakear!!