17 febrero 2006

PASTILLAS PARA NO SOÑAR


El que no se queja es porque no quiere. Yo al menos me quejo constantemente. La queja viene además inevitablemente pegada a un deseo. Si te quejas porque llueve, deseas que haga sol, o si te quejas porque no tienes un duro, anhelas, puede que inconscientemente, tener algo más en tu cartera que el carnet de estudiante y el bonobús.
Hay días en el que quejarte es tan cotidiano como respirar, lo que hace que tu mente se llene de infinitos deseos. Todo sería más fácil si pudiésemos controlar lo que deseamos, lo que soñamos. Desde luego no sería tan divertido, pero a veces, cuando vuelvo del curro y paso por la farmacia del barrio, me paro en la puerta y me imagino entrando y preguntando: “Señorita por favor, ¿Tienen pastillas para no soñar?”.

3 comentarios:

J.RUBINES dijo...

Qué razón tienes. Supongo que soñar nos hace más personas, aunque sería interesante un botón de on/off para ciertos días, no?
Un beso y muchas gracias por el comentario Bruixiña.

Citizen Betagarri dijo...

¡Ay qué bonito que mi niño ha estrenado blog! Pues nada, a postear como un loco.

Y por cierto, como se vendan esas pastillas, la empresa quiebra porque si no soñamos, ¿qué nos queda?

Anónimo dijo...

A mi me lo vas a decir, quejica de mielda.(Broma)

:P

Un abrazo, menudo repaso le estoy dando hoy a todas las tiras, jejeje.